martes, 10 de septiembre de 2019

¿De qué le ha salvado la poesía?
— Es un asunto fuerte pensar que la poesía me ha salvado de algo. Pero podría decir que la poesía nos salva constantemente de nosotros mismos. Convertir un sufrimiento, por ejemplo, en el hecho estético que es un poema es una liberación. Y, por eso mismo, un acto de salvación.
Antonio Gamoneda
El desprecio por la vulgar condición humana y la seguridad de la salvación personal salvan al escritor de un pesimismo real.
Irish Murdoch
He visto poemas salvar vidas
sin que lo supieran
ni los poemas
ni las vidas.
No digo prolongar vidas:
salvarlas,
sacarlas de allí de la tiniebla inminente.
Los he visto hacer lo que no sabían que sabían
o al menos eso creo: que no sabían que sabían
salvar vidas.
Y vi esas vidas sin saber que se salvaban.
Y las he visto sin que me vieran.
De Eduardo Milán, Ostras de coraje (2003)
La Literatura me ha salvado de mí misma y quizás del miedo
Herta Müller

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Escuchar/escucha activa



 Eso no es nada especial, dirá, quizás, algún lector; cualquiera sabe escuchar. Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de verdad. Y la manera en que sabía escuchar Momo era única.

 Momo sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera o preguntara algo que llevara a los demás a pensar esas ideas, no; simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía. Mientras tanto miraba al otro con sus grandes ojos negros y el otro en cuestión notaba de inmediato cómo se le ocurrían pensamientos que nunca hubiera creído que estaban en él.

 Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa sabía muy bien, de repente, qué era lo que quería. O los tímidos se sentían de súbito muy libres y valerosos. O los desgraciados y agobiados se volvían confiados y alegres.
 Y si alguien creía que su vida estaba totalmente perdida y que era insignificante y que él mismo no era más que uno entre millones, y que no importaba nada y que se podía sustituir con la misma facilidad que una maceta rota, iba y le contaba todo eso a la pequeña Momo, y le resultaba claro, de modo misterioso mientras hablaba, que tal como era sólo había uno entre todos los hombres y que, por eso, era importante a su manera, para el mundo. 

¡Así sabía escuchar Momo! 

En este enlace  podrás ver un vídeo sobre la escucha activa.

https://www.youtube.com/watch?v=la1F2U7YZTY

Imprescindible




“Se podía pensar que Momo había tenido mucha suerte al haber encontrado gente tan amable, y la propia Momo lo pensaba así. Pero también la gente se dio pronto cuenta de que había tenido mucha suerte. Necesitaban a Momo, y se preguntaban cómo habían podido pasar sin ella antes. Y cuanto más tiempo se quedaba con ellos la niña, tanto más imprescindible se hacía, tan imprescindible que todos temían que algún día pudiera marcharse.

 De ahí viene que Momo tuviera muchas visitas. Casi siempre se veía a alguien sentado con ella, que le hablaba solícitamente. Y el que la necesitaba y no podía ir, la mandaba buscar. Y a quien todavía no se había dado cuenta de que la necesitaba, le decían los demás: — ¡Vete con Momo!

 Estas palabras se convirtieron en una frase hecha entre la gente de las cercanías. Igual que se dice: “¡Buena suerte!”, o “¡Que aproveche!”, o “¡Y qué sé yo!”, se decía, en toda clase de ocasiones: “¡Vete con Momo!”.
 Pero, ¿por qué? ¿Es que Momo era tan increíblemente lista que tenía un buen consejo para cualquiera? ¿Encontraba siempre las palabras apropiadas cuando alguien necesitaba consuelo? ¿Sabía hacer juicios sabios y justos?
 No; Momo, como cualquier otro niño, no sabía hacer nada de todo eso. 

Entonces, ¿es que Momo sabía algo que ponía a la gente de buen humor? ¿Sabía cantar muy bien? ¿O sabía tocar un instrumento? ¿O es que —ya que vivía en una especie de circo— sabía bailar o hacer acrobacias?

 No, tampoco era eso. 

¿Acaso sabía magia? ¿Conocía algún encantamiento con el que se pudiera ahuyentar todas las miserias y preocupaciones?

¿Sabía leer en las líneas de la mano o predecir el futuro de cualquier otro modo?

 Nada de eso. Lo que la pequeña Momo sabía hacer como nadie era 

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