domingo, 22 de mayo de 2016

Dramas de honor de Lope de Vega

Peribáñez y el comendador de Ocaña

“Juez:              ¿Quién mató al comendador?
Poblador:        Fuente ovejuna lo hizo
Juez:                ¿Quién es Fuente ovejuna?
Poblador:        Todos a una, Señor.”
                  Voces parece que he oído,
               y son, si yo mal no siento,
               de alguno que dan tormento.
               Oye con atento oído.
                      Dice dentro el JUEZ y responden
JUEZ:             Decid la verdad, buen viejo.
FRONDOSO:      Un viejo, Laurencia mía,
               atormentan.
LAURENCIA:                  ¡Qué porfía!
ESTEBAN:       Déjenme un poco.
JUEZ:                           Ya os dejo.
                  Decid:  ¿quién mató a Fernando?
ESTEBAN:       Fuenteovejuna lo hizo.
LAURENCIA:     Tu nombre, padre, eternizo;
               [a todos vas animando].
FRONDOSO:         ¡Bravo caso!
JUEZ:                           Ese muchacho
               aprieta.  Perro, yo sé
               que lo sabes.  Di quién fue.
               ¿Callas?  Aprieta, borracho.
NIÑO:             Fuenteovejuna, señor.
JUEZ:          ¡Por vida del rey, villanos,
               que os ahorque con mis manos!
               ¿Quién mató al comendador?
FRONDOSO:         ¡Que a un niño le den tormento
               y niegue de aquesta suerte!
LAURENCIA:     ¡Bravo pueblo!
FRONDOSO:                     Bravo y fuerte.
JUEZ:          Esa mujer al momento
                  en ese potro tened.
               Dale esa mancuerda luego.
LAURENCIA:     Ya está de cólera ciego.
JUEZ:          Que os he de matar, creed,
                  en este potro, villanos.
               ¿Quién mató al comendador?
PASCUALA:      Fuenteovejuna, señor.
JUEZ:          ¡Dale!
FRONDOSO:               Pensamientos vanos.
LAURENCIA:        Pascuala niega, Frondoso.
FRONDOSO:      Niegan niños.  ¿Qué te espanta?
JUEZ:          Parece que los encantas.
               ¡Aprieta!
PASCUALA:                ¡Ay, cielo piadoso!
JUEZ:             ¡Aprieta, infame!  ¿Estás sordo?
PASCUALA:      Fuenteovejuna lo hizo.
JUEZ:          Traedme aquel más rollizo,
               ese desnudo, ese gordo.
LAURENCIA:        ¡Pobre Mengo!  Él es, sin duda.
FRONDOSO:      Temo que ha de confesar.
MENGO:         ¡Ay, ay!
JUEZ:                  Comenza a apretar.
MENGO:         ¡Ay!
JUEZ:                ¿Es menester ayuda?
MENGO:            ¡Ay, ay!
JUEZ:                      ¿Quién mató, villano,
               al señor comendador?
MENGO:         ¡Ay, yo lo diré, señor!
JUEZ:          Afloja un poco la mano.
FRONDOSO:         Él confiesa.
JUEZ:                          Al palo aplica
               la espalda.
MENGO:                     Quedo; que yo
               lo diré.
JUEZ:               ¿Quién lo mató?
MENGO:         Señor, ¡Fuenteovejunica!
JUEZ:             ¿Hay tan gran bellaquería?
               Del dolor se están burlando.
               En quien estaba esperando,
               niego con mayor porfía.
                  Dejadlos; que estoy cansado.
FRONDOSO:      ¡Oh, Mengo, bien te haga Dios!
               Temor que tuve de dos,
               el tuyo me le ha quitado.

 

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